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El eczema (dermatitis atópica) es un trastorno inflamatorio crónico y hereditario de la piel que causa sarpullido, sequedad y picazón.
La sequedad de la piel, el agrietamiento, la hinchazón y abultamiento, el picor y la erupción cutánea escamosa son los principales síntomas del eczema.
El eczema, que afecta a personas de todas las edades, es más común en los niños. El eczema, que suele observarse en las manos, las piernas y los pies, también puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Este cambio iniciado por los síntomas del eczema y las molestias en la piel rompe la barrera cutánea que protege al cuerpo contra los factores externos con la humedad de la piel y debilita sus funciones.
El eczema, que no tiene un tratamiento definitivo y permanente, tiende a empeorar cuando se expone a un irritante o alérgeno, si está presente, se convierte en eczema, si no, sus síntomas.
Aunque el eczema causa un aspecto incómodo con su estructura escamosa, roja, costrosa y endurecida, no es un trastorno peligroso. Puede controlarse con intervenciones y tratamientos fáciles y rápidos.
El contacto con productos químicos irritantes como el jabón, el detergente, el champú y la espuma de baño facilita el eczema. El aire frío y seco destruye la humedad de la piel, lo que prepara el ambiente para la formación de eccemas. Además, los factores ambientales como el polvo, el polen y el moho, y las condiciones psicológicas como el estrés favorecen la formación de eccemas. Por supuesto, la genética es uno de los factores principales. Las bacterias que sustituyen a las bacterias beneficiosas en el cuerpo y alteran la función de barrera de la piel (Staphylococcus aureus) también tienen un papel importante en la formación de eccemas.
Además de todo tipo de tratamientos, se deben tomar algunas precauciones.
No se debe rascar la zona del eccema. No debe causar irritación.
El ambiente debe tener suficiente humedad y calor.
Se deben tomar baños con agua tibia cada dos días, no se deben utilizar esponjas vegetales ni exfoliantes. Se deben preferir jabones neutros naturales a base de hierbas.
Se debe tener cuidado para asegurar un sistema inmunológico fuerte.
Las manos deben humedecerse con frecuencia y lavarse con agua tibia.
Las prendas de lana deben usarse sin contacto directo con la piel. Debe evitarse el estrés y la exposición al sol.
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Se debe beber suficiente agua. Se debe seguir la dieta para el eczema indicada por el médico.
(Nota: No es un medicamento. No se puede utilizar en lugar de una receta médica)
El ACEITE DE OLIVA penetra en el organismo a través de los poros con su riqueza en minerales, vitaminas A, E, K y omega-3 -6. Nutre la piel, limpia las células muertas y mantiene la piel humectada.
Protege contra el cáncer de piel, la rosácea, la inflamación y el acné. Previene las grietas, retrasa los signos del envejecimiento. Alivia los dolores y calambres de oídos, articulaciones y músculos.
CERA DE ABEJAS: Es antiséptica, antibacteriana y antifúngica. Previene infecciones, hongos y tiña inguinal. Alivia calambres, dolores musculares y articulares, hinchazón. Alivia eccemas, dermatitis del pañal (dermatitis). Equilibra el pH de la piel. Protege la piel contra la irritación
ACEITE DE COCO: Proporciona beneficios contra el eccema, el acné y el acné. También beneficia en la curación de quemaduras y heridas. Retrasa las líneas de la edad. Nutre y suaviza la piel. Actúa como barrera y protege la piel de las toxinas ambientales y la suciedad.
GLICERINA: Uniformiza el tono de la piel y elimina las diferencias de color. Elimina el oscurecimiento de la piel en codos, rodillas y huesos. Mantiene la piel hidratada y suave. Previene y reduce las arrugas. Retrasa los signos del envejecimiento. Cura quemaduras y heridas. y elimina sus cicatrices.
ACEITE DE JOJOBA: Cuida delicadamente las pieles sensibles y alérgicas. Contribuye al equilibrio de la producción de sebo de la piel. Apoya la piel contra arrugas, irritaciones, cortes, heridas, acné y problemas de acné
Nutre profundamente la piel con las vitaminas A, D y E que contiene. Apoya el crecimiento del cabello. Facilita el crecimiento de cabello nuevo. Ayuda a que el cabello sea más brillante, suave y vibrante. Es un desmaquillante.
ACEITE DE ARGÁN: Con aceites omega y vitamina E, renueva las células de la piel, crea una barrera, elimina grietas. Retrasa el envejecimiento, previene la pérdida de firmeza. Es anticelulítico.
Hidrata el cabello y la piel gracias a la vitamina E que contiene. Previene la acumulación de pigmentos provocada por el sol. Previene el desgaste del cabello manteniéndolo humectado. Repara el cabello dañado por tratamientos térmicos. Es bueno para el acné, acné, heridas e irritaciones.
(Nota: No es un medicamento. No se puede utilizar en lugar de una receta médica)
